Combinamos varios factores para que la fibra se cuide durante todo el proceso, evitar su rotura y mantener el producto como fresco al descongelar
Lo mejor de un congelado es la larga vida útil, fácil manejo y su almacenamiento
Lo mejor de un fresco son sus propiedades nutricionales, sabores, olores, colores y textura
Eliminamos la pérdida de textura y olores que tiene un congelado tradicional, y el desperdicio que tiene un fresco
El IQF es un proceso que consiste en inyección de aire frío al sistema hasta lograr congelar el producto. Ese aire frío impacta microscópicamente en la fibra hasta que se rompe, perdiendo el sabor, olores y textura de cuando estaba fresco.
El PFS® evita esa rotura de fibras por lo que al descongelar mantiene sus propiedades sin daño.
A diferencia del IQF, cada producto es estudiado en base al tipo de fibra que tiene por lo que al entrar a congelación, cada uno tiene un parámetro de potencia y tiempo distinto.
Adicionalmente, extraemos el calor del producto hasta llegar a punto de congelación en lugar de inyectar aire frío al sistema evitando el maltrato de la fibra.
Si, correcto. No es necesario tener los productos en casa en una cámara especial, solamente es importante evitar que se descongelen para volverlos a congelar.
Si son productos naturales, no se les agrega químicos para lograr los resultados del PFS®
Un congelador de casa toma mucho tiempo en congelar por lo que el producto tiene cierta degradación en el proceso, además que se maltrata mucho la fibra por el tiempo y tipo de congelación.
Al volver a congelar, las propiedades del PFS® se pierden por lo que sería una congelación regular por lo que la fibra se rompe y pierde sus características de fresco.